El sangrado digestivo es un síntoma que siempre genera preocupación, pero muchas veces su origen no es tan evidente. Uno de los trastornos menos conocidos, pero que puede ser responsable de episodios de sangrado intermitente, es la angiodisplasia de colon.
¿Qué es la angiodisplasia de colon?
La angiodisplasia es una malformación de los vasos sanguíneos en la pared del colon. Con el tiempo, estos vasos pueden volverse frágiles y propensos a sangrar, lo que puede llevar a episodios de sangrado digestivo de causa no identificada. A diferencia de las hemorroides o las úlceras, que tienen síntomas más evidentes, la angiodisplasia puede pasar desapercibida durante mucho tiempo.
¿Cuáles son los síntomas?
El principal síntoma es el sangrado digestivo, que puede manifestarse de diferentes formas:
- Sangre en las heces, que puede ser roja brillante o más oscura si proviene de una zona más profunda del colon.
- Heces negras (melena), signo de un sangrado más alto en el tubo digestivo.
- Anemia crónica, que puede provocar fatiga, debilidad y palidez.
- Sangrados intermitentes, que aparecen y desaparecen sin una causa clara.
¿Por qué ocurre?
No se conoce una causa exacta, pero se cree que la angiodisplasia está relacionada con el envejecimiento de los vasos sanguíneos. Algunas condiciones que pueden aumentar el riesgo incluyen:
- Enfermedades cardiovasculares, como insuficiencia cardíaca o valvulopatías.
- Trastornos de la coagulación, que favorecen el sangrado espontáneo.
- Presión arterial elevada en el sistema digestivo, que debilita los vasos.
¿Cómo se diagnostica?
Detectar la angiodisplasia puede ser un reto, ya que no siempre se observa en estudios rutinarios. Algunas de las pruebas más utilizadas son:
- Colonoscopía, que permite visualizar directamente los vasos anormales y, en algunos casos, tratarlos en el mismo procedimiento.
- Angiografía, útil cuando el sangrado es activo y se necesita localizar con precisión el origen.
- Cápsula endoscópica, una tecnología que permite explorar el intestino delgado, donde también puede haber lesiones similares.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento dependerá de la cantidad de sangrado y la frecuencia de los episodios:
- Cauterización endoscópica: Si el sangrado es recurrente, se pueden cerrar los vasos afectados con técnicas endoscópicas.
- Terapia con medicamentos, como fármacos que reducen el flujo sanguíneo en el área afectada.
- Cirugía: En casos graves o cuando otros tratamientos no han sido efectivos, puede ser necesario retirar una parte del colon.
¿Cuándo acudir al especialista?
Si has notado sangre en tus evacuaciones, aunque sea solo una vez, es importante acudir a una valoración. El sangrado digestivo no siempre es visible y puede llevar a anemia sin que te des cuenta. Una revisión a tiempo puede hacer la diferencia entre un tratamiento sencillo y una complicación mayor.