Hola, hoy quiero hablarte de un tema que a muchos les incomoda, pero que necesitamos abordar con claridad: el cáncer colorrectal. Sé que apenas escuchamos la palabra “cáncer” y sentimos un nudo en el estómago. Y si encima hablamos del colon o del recto, a veces preferimos cambiar de tema. Pero justamente por eso quiero explicarte, sin tecnicismos y con toda la honestidad, lo que debes saber para detectar este problema a tiempo y actuar con información, no con miedo.

¿Qué es el cáncer colorrectal?

El cáncer colorrectal es un tumor maligno que se origina en el colon (la parte más larga del intestino grueso) o en el recto (la parte final, justo antes del ano). Muchas veces, este tipo de cáncer comienza como un pólipo, que es una especie de crecimiento pequeño y benigno en la pared del intestino. No todos los pólipos se vuelven cáncer, pero algunos sí lo hacen con el tiempo si no se detectan y se retiran.

Y aquí viene lo más importante: cuando se detecta a tiempo, este tipo de cáncer se puede curar. El problema es que muchas personas no presentan síntomas en las etapas tempranas, y por eso insisto tanto en la prevención.

¿Cuáles son los síntomas?

Como te decía, al principio puede no haber ningún síntoma. Pero conforme avanza la enfermedad, hay señales que pueden aparecer y que nunca debemos ignorar:

• Cambios en el ritmo intestinal: estreñimiento, diarrea o sensación de que no vacías bien el intestino.
• Sangre en las heces: puede ser sangre roja o heces muy oscuras, casi negras.
• Dolor abdominal constante, tipo cólico.
• Pérdida de peso sin razón aparente.
• Debilidad o fatiga, que a veces se debe a una anemia causada por el sangrado crónico.

Ojo, tener alguno de estos síntomas no significa automáticamente que tienes cáncer, pero sí es motivo suficiente para consultar y hacer estudios.

¿Quién tiene más riesgo?

Hay factores que aumentan las probabilidades de desarrollar cáncer colorrectal, entre ellos:

• Edad: la mayoría de los casos se diagnostican después de los 50 años.
• Antecedentes familiares: si alguien en tu familia ha tenido este tipo de cáncer, hay mayor riesgo.
• Dieta baja en fibra y alta en grasas: especialmente si se basa en carnes rojas y procesadas.
• Sedentarismo y obesidad.
• Consumo de alcohol y tabaco.
• Padecer enfermedades como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.

Pero aunque no tengas ninguno de estos factores, eso no significa que estés completamente libre de riesgo. Por eso las revisiones periódicas son tan importantes.

¿Cómo se detecta?

El estudio más efectivo para detectar el cáncer colorrectal (o los pólipos que podrían llegar a convertirse en cáncer) es la colonoscopía. Sé que a muchos les da pena o miedo hacerse este estudio, pero te lo digo con toda franqueza: una colonoscopía a tiempo puede salvarte la vida.

Durante la colonoscopía, revisamos todo el interior del colon con una cámara, y si vemos algo sospechoso, podemos tomar una muestra o incluso quitar un pólipo en ese mismo momento. Es un estudio seguro y, en la mayoría de los casos, lo hacemos bajo sedación, así que no hay dolor.

También existen otras pruebas, como el examen de sangre oculta en heces o la colonoscopía virtual, pero la más completa sigue siendo la tradicional.

¿A qué edad debo hacerme una colonoscopía?

La recomendación general es que todas las personas empiecen a hacerse colonoscopías de rutina a partir de los 45 años, aunque no tengan síntomas. Si tienes antecedentes familiares de cáncer colorrectal, podrías necesitar empezar antes. Eso lo evaluamos caso por caso.

Y si la primera colonoscopía está normal, en muchos casos se repite cada 10 años. Pero si se encuentran pólipos o hay algún riesgo extra, puede ser necesario hacerla con más frecuencia.

¿Qué pasa si ya tengo el diagnóstico?

Si ya recibiste un diagnóstico de cáncer colorrectal, no estás solo. Hay muchas opciones de tratamiento que pueden incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia, dependiendo del tipo, tamaño y extensión del tumor.

Lo más importante es que cada caso se analiza con mucho cuidado y de forma personalizada. En mi práctica, acompaño a mis pacientes paso a paso, explicando cada parte del proceso, porque entiendo que recibir este tipo de noticias puede ser abrumador, y lo último que uno necesita es sentirse solo o sin claridad.

¿Qué puedo hacer para prevenir?

Además de las colonoscopías regulares, hay muchas cosas que tú puedes hacer para reducir el riesgo de cáncer colorrectal:

• Mantén una alimentación balanceada, rica en frutas, verduras y fibra.
• Haz ejercicio con regularidad.
• Evita el exceso de alcohol y carnes procesadas.
• No fumes.
• Y sobre todo, acude a revisión aunque no tengas síntomas.
• No tengas miedo de hablar de esto

Sé que a veces da vergüenza hablar de estos temas, pero no debería ser así. Tu salud intestinal es tan importante como cualquier otra parte del cuerpo. Y cuando hablamos de cáncer colorrectal, el silencio puede costar caro.

Mi objetivo como coloproctólogo es que tengas la confianza de acercarte, preguntar, entender lo que pasa en tu cuerpo y actuar a tiempo. Así que si tienes síntomas, antecedentes familiares o simplemente te toca la revisión por edad, agenda una cita. Estoy aquí para ayudarte.